Los problemas en la mala visibilización, del quehacer fundamental del ingeniero en la cadena alimentaria de Chile, su reemplazo por otro tipo de profesionales, sueldos insuficientes, problemas alimentarios y nutricionales en estratos más vulnerables, cumplimiento de normativas y el espíritu de aporte concreto a la meta de ser potencia alimentaria, fueron factores que hicieron posible que un 8 de octubre del año 2011 se constituyera dicho colegio como Asociación Gremial sin fines de lucro, que tiene en sus bases, la protección de la salud pública, la reducción del hambre mundial y la promoción del conocimiento para tener sociedades mejor informadas.
Existe un grupo de grandes profesionales colegiados, que representan fielmente los cimientos y pensamientos originales de la creación de CIACH y a continuación mediante testimonios, entregarán sus puntos de vista sobre el colegio y propuestas para la constante mejora y cambios del mismo.
Así es el caso de la ingeniera Leonora Venegas, colegiada de CIACH y que en su testimonio aseguró que el colegio es una asociación gremial que da confianza y credibilidad al ofrecer servicios profesionales a potenciales clientes, permite comunicarse con pares de intereses comunes como: contribuir a proteger la salud pública, aportar sus propios conocimientos para reducir el hambre mundial, difundir esta carrera, la formación que han recibido y la forma de contribuir a mejorar la sociedad.
“He tratado a través de mi trayectoria profesional, difundir mi carrera, aportando a mejorar procesos industriales y contribuyendo a mantener la inocuidad de los alimentos. El colegio nos permite reunirnos en Webinars y conversaciones para compartir experiencias, opiniones y conocimientos, pudiendo acceder a precios rebajados de cursos que, a su vez, nos brindan mayor profundidad en conocimientos”, dijo la colegiada.
Leonora Venegas, Ingeniero de Alimentos, Pontificia Universidad Católica de Valparaíso
Por otro lado, en la experiencia del ingeniero en alimentos Zev Chernilo, el colegio sirve para saber de charlas y noticias generales. Pero desde la idea de ser un real aporte a la profesión, algunas de sus propuestas serían que entre todos fueran capaces de difundir más la carrera, “dar a conocer las tareas y responsabilidades del ingeniero en alimentos, para de una vez por todas, hacernos respetar en todo sentido, orientarnos, coordinar actividades y siempre ser activos.
Sería muy bueno tener presencia en medios, conversatorios, tener una agenda anual con un programa establecido”, comentó Chernilo.
En otro sentido, Rebeca Rickenberg colegiada de CIACH, compartió desde su experiencia personal, la importancia de ser participe de un grupo de personas que están reunidas en torno a objetivos e ideales en conjunto, “somos de distintas universidades, con diversos trabajos y hemos complementado temas en común. El colegio para mi es un aval de nuestra carrera y le da un plus adicional, de hecho añadí mi numero de colegiatura a mi pie de firma.
No sólo nos deben vincular con alimentos, el colegio debe ayudarnos a comunicar lo que hacemos, nuestra formación integral y podemos desarrollar distintas labores como: Aseguramiento de calidad, documentación, capacitación, asesorías, trabajos en todo lo asociado a los alimentos, entonces sería bueno entregar toda esta información de las muchas cosas que hacemos a través del colegio”, enfatizó.
Cada colegiado, debiese ser un embajador de la carrera en donde se desempeñe y Rebeca lo hace en las empresa que trabaja, “cuando me piden un cargo yo sugiero ingeniería en alimentos y cuento porqué debe ser él y no otro profesional, así de a poco vamos abriendo los ojos de los empresarios, y esa es una forma que tenemos de poder demostrar quienes somos y qué hacemos”, sentenció Rickenberg.
Rebeca Rickenberg, Ingeniero en Alimentos, Universidad del Bío Bío
Visiones similares aparecen en el testimonio de Aníbal Concha colegiado de CIACH. El considera que el colegio permite potenciar y fortalecer las posiciones de los profesionales del área de alimentos, a través de una voz única que refleje el rol de la profesión en el país y en el mundo.
“El colegio cumple un rol de posicionarnos dentro del medio nacional, está involucrado en seminarios, cursos, mesas especializadas, acceso a información sobre regulaciones, modificaciones a la ley, instrucciones que regulan al rubro alimentario en el país, la capacidad de generar redes y tener acceso a información de colegas que nos ayuden a complementar labores”, apuntó Concha.
Aníbal Concha, Ingeniero en Alimentos, Universidad Austral de Chile
Finalmente Valeria Velasco colegiada, expresó que “la creación del colegio era un anhelo que teníamos hace muchos años y los beneficios radican en tener acceso a información oficial, de distintos temas relacionados a nuestra profesión, me refiero a seminarios, charlas, cursos de perfeccionamiento y ampliar redes de contacto.
Poder tener representación del gremio de forma colectiva, frente a problemáticas nacionales, opiniones acerca de reglamentos y tener canal de voz oficial.
Necesitamos un enfoque multidisciplinario donde se integren la salud animal, humana, de las plantas, el medio ambiente y así darnos a conocer y ser enérgicos a la hora de mostrar al exterior, nuestras competencias y los espacios en los cuales nos podemos desenvolver”, manifestó Velasco.
Asimismo comentó que las ofertas laborales no son buenas, los sueldos son bajos y ella mejoró sus ingresos a través de los post grados, pero a su juicio son muy pocas las empresas que pagan remuneraciones que correspondan a una carrera de 5 años.
Valeria Velasco, Ingeniero en Alimentos, Universidad del Bío Bío.